Cuando alguien sugiere que se utilice una herramienta o una solución FOSS, siempre se generan suspicacias y existe una pregunta que siempre salta dentro del imaginario colectivo, y es “pero quién desarrolla eso”; y la pregunta es bien curiosa pues pareciese que la preferencia estuviese orientada a un software anónimo pero representado por una corporación, que saber quienes son los desarrolladores detrás de una pieza de software.
El dilema del soporte
Adoptar el FOSS no solo conlleva esa pregunta, sino la constante pregunta sobre el soporte; pero ¿cómo es el soporte en muchos casos del software privativo? Microsoft normalmente sugiere que uno se contacte con el “administrador”, pero y cuándo uno es el administrador, qué hace? Pues va y revisa unos foros donde unos expertos de Microsoft luego de varios posts nos dirán lo que ya hemos aprendido, “desinstale y vuelve e instale” o “reiniciar el equipo”.
Bueno, es posible abrir un caso, pero igual la solución del error no será inmediata así que en el primero y segundo de los casos es el “administrador” quien termina resolviendo el problema, ya que en el segundo caso no hay espera a que el caso sea escalado y esas cosas.
Pero vamos al caso del FOSS, aparece el error, y si es la primera vez que el error aparece en la historia del software se reportará el bug y será un workaround del “administrador” quien lo solucione, pero en el caso que el error ya haya aparecido habrán muchos foros donde no solo expertos sino personas del común nos mostrarán como resolver el error.
Es evidente que el proceso es el mismo, entonces la cuestión aquí, es si vale o no la pena restringir nuestras libertades por un “soporte” que al final siempre se basará en el mismo método, leer en Internet, reportar el error si no ha ocurrido antes, encontrar la solución o inventar un workaround para compartir al mundo para que otro no tenga que dar tantas vueltas.
¿Manipulación mediática?
Mismo método, menos costo económico y en libertades. ¿Entonces por qué seguimos en el juego del software privativo? La respuesta es realmente sencilla, y usted mismo se la puede responder: Ahora que encienda la televisión no verá un comercial promocionando el nuevo kernel de GNU/Linux, ni anunciando la nueva versión de Firefox OS; pero si verá publicidad por todos lados promocionando a Microsoft.
Entonces, ¿somos tan manipulables que pagamos por resolver nosotros mismos nuestros problemas con el software? Y aún peor, ¿preferimos que nos “espíen” por seguir una tendencia publicitaria? Tal parece que si, porque al final así no sepamos quien desarrolló eso, seguiremos utilizando software privativo así tengamos los mismos o más problemas que con el software FOSS, y aunque si podamos respondernos la pregunta acerca de quién desarrolla y eso y quizás hasta enviarle un correo.
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