Nuestro público ha aumentando y ese aumento está relacionado a personas que no conocen como funciona esto del software libre y el software de código abierto. Además que aún tienen cierta confusión entre algunos conceptos que distan bastante de ser lo que conocemos como Foss, para esas personas va esta nota en que se les aclararán muchas cosas.
Detrás del acrónimo
FOSS, como tal significa Free and Open Source Software; es español viene siendo algo así como Software Libre y de Código Abierto (quizás sería bueno usar SLCA). Y se refiere a todo ese software que fue liberado con licencias avaladas por la FSF (Free Software Foundation) para el caso de lo que se conoce como Software Libre y/o la OSI (Open Source Initiative) para el caso del software de Código Abierto.
Hay que aclarar que una licencia avalada por una de estas organizaciones no necesariamente es avalada por la otra. Y el hecho que un software sea de código abierto no necesariamente implica que sea Software Libre aunque en el caso inverso si aplica.
¿Libre o gratis?
Pero entonces viene la gran confusión. Que es cuando las personas asumen por el “free” que el Software Libre es gratis. O que porque simplemente se deja descargar sin cobrar ya por eso es gratis.
Pues aquí es donde hay que tener en cuenta varias cosas: Primero, si existe software gratis que no es FOSS. Es lo que conocemos como freeware (aquí free si significa gratis) y shareware (recordemos que share en inglés significa compartir). Para el primer caso es software que se puede descargar sin costo por ejemplo Skype y que salvo por avisos publicitarios no nos exigirá nada. La cuestión y la gran diferencia es que no nos dará el código fuente. Lo cual no nos permitirá saber qué es lo que realmente está haciendo el software cada vez que lo ejecutamos.
De otro lado el shareware, es aquel software que nos permite descargarlo gratis pero que tiene una fecha de vencimiento en la cual nos pedirá que lo registremos. De nuevo ocurre lo mismo… no hay código fuente así que no sabemos cómo funciona el software ni qué está haciendo sin nuestra autorización. Hasta aquí podemos ver que el software gratis no necesariamente significa software FOSS.
Modelo sostenible
Pero del lado del FOSS, también se puede cobrar y es ahí donde se marca la diferencia adicional. Red Hat y SuSe son empresas que venden sus propias distribuciones GNU/Linux y aunque éstas sean GPL (General Public License) se pueden comercializar, ¿por qué? Porque la GPL en ninguna parte dice que no se puede vender siempre y cuando se respete la licencia. Es decir yo le compro los DVDs con Red Hat Enterprise a algún distribuidor de Red Hat, pero yo puedo copiar los DVDs y compartirlos así como es obligatorio que me entreguen los fuentes de la distribución para escudriñarla.
Al final Red Hat y SuSe han sabido construir un rentable modelo de negocio. Ellos garantizan mediante suscripciones que uno mantenga un vínculo para darle soporte al software instalado. Hasta aquí diríamos que es muy similar a lo que hacen en Redmond o Cuppertino. Pero la gran diferencia está en que usted mismo podría encontrar el error o el problema al revisar los códigos fuentes de lo que le han vendido.
De igual manera aunque la suscripción puede estar limitada a un número de equipos usted es libre de instalar en otros, claro si ocurre algo sobre dichos equipos la suscripción no lo cubre.
Parcial o totalmente libre
También hay que entender que un software se puede componer de elementos de código abierto y elementos que no sean de código abierto. Lo cual desde el punto de la FSF haría considerarlo como no totalmente libre. Aunque desde el punto de la OSI se podría disponer del código fuente de los componentes que si son de código abierto y del código del software como tal. Aunque suene complejo, no es tan difícil de entender y comprender el transfondo social y de conocimiento que existe tras el FOSS.
En un apartado, queda también lo que se conoce como Abandonware. Que se refiere a aquellos programas que han dejado de ser mantenidos por sus autores o fabricantes. Teniendo en cuenta que inicialmente eran software privativo.
Aunque se pueden usar sin compromisos legales aparentes. No se convierten realmente en software libre por la ausencia de su código y de una u otra forma tampoco son software gratis.
En resumen, el FOSS puede ser gratuito o pago. Incluso la idea es que aunque no se nos cobre por descargar el software donemos dinero para ayudar a los mantenedores tras el software. De otra parte, el FOSS tiene que garantizar la entrega del código fuente. Ya sea por descarga junto con el software o por solicitud expresa a los autores.
Debemos entender que el uso del FOSS no debe estar de la mano de su ausencia (en algunos casos) de costos. Sino en las posibilidades que tenemos frente a nosotros al poder conocer el código fuente del software, aprender de el, modificarlo y compartirlo.