Anteriormente referimos con orgullo que el Fernando Pérez había sido galardonado por la Free Software Foundation, por su trabajo con una consola interactiva para Python conocida como IPython, que según revisamos esconde bastante poder tras el cursor.
Básicamente Python puede manejar su propia consola. Pero IPython incorporó ciertas habilidades adicionales para potenciar Python con miras a ser utilizado en computación científica. Principalmente usa funciones y comandos “mágicos” que permiten manipular a fondo los objetos y el código Python escrito. Además de interactuar con el sistema operativo e incorporar frameworks de trabajo científico como NumPy o matplotlib.
IPython, ha querido trascender más allá de ser un intérprete de comandos mejorado. Integrándose con interfaces de usuario más avanzadas. Teniendo de esta forma una GUI con Gtk y una interfaz Web que incorpora el mismo poder trás la consola: Notebook.
Con estas dos herramientas adicionales, se puede prescindir de IDEs. Y Python pasa de un lenguaje de programación a una herramienta científica a la altura de Matlab. Permitiéndole a IPython volverse el caballito de batalla de proyectos ciéntificos.
También se ha vuelto la herramienta predilecta de grupos de computación científica como Pybonacci. Quienes en su blog no solo muestran a IPython sino muestran el poder de Python aplicado a la ciencia. Y como la obra de Van Rossum literalmente está llegando a las estrellas.